Las comarcas del Alt Camp y la Conca de Barberà tienen en su patrimonio monumental una de las concentraciones más importantes de bodegas modernistas de Catalunya. Cèsar Martinell, Pere Domènech i Roura y otros arquitectos construyeron las llamadas catedrales del vino con el fin de dar un empuje importante a la modernización de la agricultura y en la técnica de la elaboración del vino.