Ven a descubrir leyendas milenarias cargadas de historias de castillos y torres, de pasadizos secretos, de tesoros escondidos, de bandoleros, de lobos, de hadas y milagros... Una oportunidad para revivir, con los cinco sentidos, el mundo legendario, pueblo a pueblo del Alt Camp.

 CABRA DEL CAMPO

El zahorí y el tesoro de Cal Queralt (Leyenda Tesoros).

Relacionado con la exposición de 1929, Josep M. Rendé y una amigo sede de la Espluga de Francolí conocieron a los zahorí que había ganado el concurso de zahoríes que se había hecho en Barcelona, y lo hicieron venir a Cabra por encontrar el tesoro de Poblet. La abuela del joven, la señora Manuela, cuando vio que empezaba a buscar con el péndulo y la varita, le dijo que lo suficiente, y le hizo plegar, argumentándole que si Dios no lo había querido que lo encontrase la familia, en casi cien años, por algo debió de ser, y que se detuviera. Por devoción y porque creyó que era voluntad de Dios, no le dejaron continuar.

EL ROURELL

El garbanzo cocido y el garbanzo crudo (Leyendas y cuentas).

Se explica que por la romería en la Ermita del Remei (en Alcover), donde tiempo atrás algunos iban descalzos, dos personas del Rourell decidieron ponerse un garbanzo en el zapato, bajo la planta del pie, para hacer penitencia . En el trayecto del Rourell a Alcover, uno le preguntaba al otro:

- ¿Qué te duele el pie?

- No, ¿ya ti?

- A mí sí, y mucho.

Y así cada rato. Hasta que, al llegar al Remedio, supieron que uno llevaba un garbanzo cocido y el otro un garbanzo crudo.

EL MILÀ

La masía del Brujo (Leyendas brujas y brujos).

En el término del Milán había una masía que era conocida como la masía del Bruixot, pero vivía un hombre que se decía que tenía poderes y hacía de curendero, y acudían todo tipo de personas para encontrar solución a sus males.

Sin embargo, se explica que en una ocasión acudió una madre del Milán a pedirle que hiciera algo para hacer pasar por enfermo a su hijo, para que así se pudiera librar de ir a la guerra. El muchacho, después de lo que le hizo el hechicero, quedó tan enfermo que ya no se curó.